A continuacion una entrevista realizada al doctor Giovanni Bojanini Extraida de
Giovanni Bojanini tiene 17 años de estarles cuidando el pelo a los colombianos, mexicanos y franceses que todos los días llegan a su consultorio con una sola esperanza: que les crezca. Después de esperar dos meses por una cita y varias horas en una sala de espera atestada de gente, los clientes pasan a un pequeño consultorio, donde un médico asistente les hace toda clase de preguntas. Y llega Bojanini, médico barranquillero de 44 años, simpático, hablador y ¡con cabello! Bojanini era calvo y ahora es la superestrella de los médicos que sacan pelo.
No hay reunión donde no haya alguien que fue paciente o amigo de un paciente o pariente de un paciente de Bojanini. No en vano sólo lleva seis años con sus clientes sistematizados y ya va por 30.000, y en México, donde abrió hace dos meses un consultorio, lleva 1.200 y 500 en espera. Su carta de presentación es su cabeza tupida y los miles de personas que se olvidaron de sus épocas de calvos porque Bojanini les sacó cabello.
PODER: ¿Qué es lo que más tumba el pelo?
GIOVANNI BOJANINI: Siempre se pensó que la calvicie era de aspecto hormonal; eso de que los calvos somos mejores amantes es mentira. La testosterona en la sangre está en un hombre calvo y en uno peludo. El calvo viene genéticamente con dos tipos de pelo: el que se cae, que es el de la parte de arriba de la cabeza, y el de la parte de debajo, que no se cae. Los calvos tenemos el mismo cabello que los mechudos, solo que con una enzima que lo hace sensible. Dependiendo de la capacidad de herencia de ésta, nos quedamos calvos a los 18, a los 30 o a los 40 años.
P.: ¿Los hombres poderosos o con más estrés se quedan calvos más rápido?
G.B.: La gente piensa que el estrés, que la gorra, que dejarlo largo, que el lavarlo a diario, que la tintura, que la mala mano lo tumba, todo eso es mentira. Si en este país el estrés dejara calvo, no habría guerrillero o paramilitar con pelo.
P.: ¿Qué porcentaje de éxito tiene la fórmula Bojanini?
G.B.: Un 100% de éxito. A todo el mundo le sale, con excepción de quienes son como una bola de billar; a ellos no los atiendo porque nunca les va a crecer. A quienes poseen una calvicie muy avanzada, así tengan un pequeño tapete o una ligera sombra, podemos hacerle mucho. Al 100% le sale; puede que no quede completamente cerrado, pero si a alguien que lo pierde le dices que le vas a poner el 50% más, sin efectos colaterales, queda feliz.
P.: ¿Los medicamentos para combatir la calvicie afectan el desempeño sexual?
G.B.: Hace 12 años se empezó a usar el Finasteride Sistémico, que cuando se emplea en ciertas concentraciones produce disminución en la libido y disfunción eréctil en un porcentaje bajo de pacientes. En mi tratamiento cada vez uso menos Finasteride, que con el Minoxidil, son el patrón de oro en los tratamientos de calvicie. Puedo sacar pelo sin Finasteride y el 90% de mi tratamiento es inyectado o aplicado sin dar pastillas.
P.: ¿Cómo es su fórmula mágica?
G.B.: Soy de padre calvo, soy calvo y dermatólogo desde hace 17 años. Hace 20 años existían tratamientos de acción limitada, muy costosos y de efectos muy lentos. La gente se desanimaba y los dejaba de usar. Siempre me ha apasionado el tema de la calvicie y esta fórmula es el resultado de la observación clínica. Lo más importante es que uso productos cuyo fin específico no era sacar pelo, pero que su efecto colateral sí lo hacía. Por ejemplo, las mujeres usaban la vitamina A Retin contra las arrugas, pero les comenzaba a sacar pelo en la cara; las sustancias para curar la soriasis quitaban la enfermedad, pero quedaba una capa de pelo. Con una asesoría médica logramos una fórmula que es 10 veces más efectiva que el Minoxidil.
P.: ¿La fórmula es la misma desde hace 16 años?
G.B.: engo 40 fórmulas diferentes y un vademécum de 20 medicamentos que puedo combinar en distintas formas y concentraciones, medicamentos que se complementan y se potencializan para distintos tipos de pelo.
P.: ¿Cuánto vale un tratamiento?
G.B.: No es costoso. Independientemente del valor de la consulta, de $160.000, yo recibo al paciente y lo vuelvo a ver a los tres meses. El cliente no lo cree. En tres meses le cambia la cabeza, le salen vello fino y engrosamiento que no tenía antes. Lo vuelvo a ver a los seis meses y luego cada año. En cuanto a costos de medicamentos, diría que gasta $40.000 para no ser calvo y $80.000 para la loción, pero dura tres meses.
P.: ¿Qué tan grande es este negocio?
G.B.: El 50% de los hombres a los 40 años somos calvos, es decir, uno de cada dos. El 100% de los calvos quiere recuperar su pelo, así tenga 80 años. El pelo es indiscreto, la gente dice: “Te estás quedando calvo” o ¿cómo hiciste para que te creciera?”. Nadie ve una alergia ni un hongo en el pie; pero para bien o para mal todo el mundo te ve el cabello y nadie lo quiere perder.
P.: ¿Por eso la internacionalización?
G.B.: Estamos en México hace sólo dos meses, donde alcanzamos a ver a 1.200 pacientes y tengo 500 en espera. Poseo un centro en Quito y un proyecto grandísimo en España.
P.: ¿Eso significa franquicias?
G.B.: Soy un dermatólogo que aún ejerzo. El tema empresarial me da duro, pero abro cada sede con un médico entrenado en mi centro. Debo asegurarme de que la calidad de los medicamentos sea igual, con la misma asesoría química de quienes crearon los originales. Hago control todas las semanas en un país distinto. Pronto voy abrir en Guayaquil y Panamá. El año entrante aspiro a tener 10 centros abiertos en México. Me piden franquicias de Perú, Chile, Argentina, Brasil. Poseo una empresa que creció porque da resultados.
P.: ¿Si Bojanini no está, funciona el centro dermatológico?
G.B.: Aquí no los puedo atender a todos; veo a 70 pacientes al día y las citas están a dos meses en espera, pero tengo médicos dedicados sólo a trabajar el pelo, con experiencia de 12 años.
P.: ¿Por qué hay cada vez más gente calva?
G.B.: Tengo pacientes de 14 años calvos, eso no lo había visto nunca. No hay una explicación científica, aunque por la evolución de la especie eliminamos lo que no necesitamos para sobrevivir. El pelo es hoy un adorno; no salimos de una casa o de una oficina o del carro, no vivimos en la selva. Antes era importante para los esquimales a fin de protegerse del frío. El africano, por ejemplo, no tenía por el calor. Lo cierto es que terminará por desaparecer porque hoy sólo tiene una finalidad: cosmética.
Bojanini, en pocas palabras
- Barranquillero de 44 años, es casado y tiene dos pequeñas hijas.
- Golfista consumado y coleccionista de carros.
- Dice que por cada paciente que ve le llegan 100. Atiende 70 al día y hay dos meses de lista de espera para una cita.
- El 50% de los hombres mayores de 40 años sufre de calvicie.
- El 100% de los calvos quiere dejar de serlo.